Diana F Zalazar
Todos saben de la enorme generosidad y el afecto siempre atento de Graciela.
Para aquellos que la conocían poco, basta recomendarles navegar y visitar su sitio (www.redespecialweb.org) y la infinidad de proyectos en los que ha trabajado y colaborado, siempre con el objetivo de hacer de este mundo algo mejor.
Era una trabajadora incansable y una pionera en los temas de accesibilidad en la Argentina.
Para los que tuvimos la fortuna de ser sus amigos, Graciela además era un ser entrañable, siempre dispuesta a ponernos el hombro en todo momento, siempre con humor, haciéndonos creer que todo puede ser más fácil.
Divertida, creativa, espontánea, cariñosa, muy femenina y muy mamá.
Una gran amiga y compañera. Buena y solidaria como pocos. Ayer y hoy la busqué por la red con la ilusión de encontrarla. Todavía está en sus obras y en sus palabras, como alguna vez nos escribiera: “Te ofrezco mis letras transformadas en Bytes”.
Gracias Graciela, por tu cariño, por tu trabajo y por haberme permitido integrar parte de tu mundo.
Con Carlos te recordaremos sonriendo, como en nuestros mejores momentos compartidos.
Te extrañamos mucho, pero hasta siempre amiga.
Diana F. Salazar
Todos saben de la enorme generosidad y el afecto siempre atento de Graciela.
Para aquellos que la conocían poco, basta recomendarles navegar y visitar su sitio (www.redespecialweb.org) y la infinidad de proyectos en los que ha trabajado y colaborado, siempre con el objetivo de hacer de este mundo algo mejor.
Era una trabajadora incansable y una pionera en los temas de accesibilidad en la Argentina.
Para los que tuvimos la fortuna de ser sus amigos, Graciela además era un ser entrañable, siempre dispuesta a ponernos el hombro en todo momento, siempre con humor, haciéndonos creer que todo puede ser más fácil.
Divertida, creativa, espontánea, cariñosa, muy femenina y muy mamá.
Una gran amiga y compañera. Buena y solidaria como pocos. Ayer y hoy la busqué por la red con la ilusión de encontrarla. Todavía está en sus obras y en sus palabras, como alguna vez nos escribiera: “Te ofrezco mis letras transformadas en Bytes”.
Gracias Graciela, por tu cariño, por tu trabajo y por haberme permitido integrar parte de tu mundo.
Con Carlos te recordaremos sonriendo, como en nuestros mejores momentos compartidos.
Te extrañamos mucho, pero hasta siempre amiga.
Diana F. Salazar
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